IGLESIAS TURRIÓN, PABLO
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El cielo se toma por asalto (a modo de prefacio)
Prólogo. Entre la ira y la reforma; entre Peter Pan y el Estado (por Enric Juliana)
I. Entender Podemos
II. Grecia: la democracia frente al miedo
III. La centralidad no es el centro
IV. ¿Qué es el cambio?
V. Guerra de trincheras y estrategia electoral
VI. Podemos: el partido de las clases populares
VII. Llegó la primavera: reflexiones tras una jornada histórica
VIII. Izquierda
IX. Una nueva Transición
X. ¿Por qué todos hablan del Pablo Iglesias británico?
XI. La canasta de Aleksandr Belov
ENTREVISTAS CONCEDIDAS Y SEMBLANZAS DE COMPAÑEROS
XII. El reto de Podemos: teoría, praxis y comunicación. Entrevista con Pablo Iglesias (por Fernando Vallespín)
XIII. Las ciencias sociales no son inocentes. Entrevista con Pablo Iglesias (por Carles A. Foguet y Jorge Galindo)
XIV. Modificar la sociedad hoy significa pasar a través de las conciencias. Entrevista con Pablo Iglesias (por Jorge Lago)
XV. Necesitamos socialistas como Mélenchon
XVI. Manolo: vaya pedazo de cabrón
ANEXO
TRES DISCURSOS PARA EL AÑO DEL CAMBIO
La gente haciendo historia (Madrid, 31 de enero)
Debate sobre el (otro) estado de la nación (Madrid, 26 de febrero)
A los exiliados (París, 5 de septiembre)
Artículo en El Mundo
¿Qué esperamos congregados en el foro?
Es a los bárbaros que hoy llegan.
Constantino Cavafis, «Esperando a los bárbaros».
Esperaban parapetados en sus palacios el asalto de los bárbaros. Imaginaban a salvajes escoceses capitaneados por William Wallace cargando desordenadamente hacia ellos. Sin embargo, para cuando quisieron darse cuenta, los bárbaros ya habían entrado en los palacios. Y no tenían un aspecto tan aguerrido, eran apenas ciudadanos armados de escobas y fregonas (se trataba de limpiar, al fin y al cabo) que habían entrado por las puertas de las instituciones empujados por otros ciudadanos.
Mientras la vieja guardia afilaba sus lanzas para contener la carga, Manuela Carmena, Ada Colau, José María González Kichi, Pedro Santisteve, Xulio Ferreiro y otros levantaban el bastón de mando en las principales alcaldías del país. La vieja guardia seguía esperando el asalto y, mientras, cientos de ciudadanos sin experiencia parlamentaria demostraban en semanas que se puede ser diputado cobrando tres salarios mínimos, y hacerlo mucho mejor que los diputados de la vieja guardia y los grandes sueldos.
Cuando un país ha cambiado, los asaltos son un paseo de la gente. Este libro es una compilación de los materiales de reflexión producidos en este año de cambios en el que la ilusión ha tomado forma política. En el poema de Cavafis finalmente los bárbaros no llegan, pues los bárbaros no existen. Los cambios sí.